El Estado constituye una excepción y esto nos da una idea de su formalidad importancia como concepto y como realidad política. El Estado en su doble faceta de escenario y de actor de la política, es tal vez el único común denominador mundial de la política a finales del siglo xx. El acento en nuestra época cae sobre la política estatal. Los otros ámbitos de la política, como el local, el regional o el super estatal. Con ser importantes y recibir cada día una atención mas concreta de los politólogos, no pasan de suscritar un interés secundario o de despertar curiosidad por su carácter novedoso y experimental.
El estado como poder político y complejo institucional organizado sobre un determinado territorio capaz de ejercer con una eficacia razonable el monopolio de la producción de las normas mas relevantes y del uso público de la fuerza, la coerción legal sobre las personas, o la sociedad, sometidas a una jurisdicción, no era un invento nuevo, ni es tampoco un invento europeo.
Esta presente en varias civilizaciones de la antigüedad en el antiguo Egipto, la república y el Imperio Romano.
Ya en nuestra era, nos encontramos con estados que, con sus altos y sus bajos surgen y se mantienen durante largos periodos en puntos tan distantes.
Durante el siglo XVI el rey de Francia busca apoyo del sultán de Estambil para debilitar la hegemonía naval, por debajo de las peculiaridades de los distintos reinos, presenta una serie de largos políticos que permiten hablar de una cierta hemogeneidad.
Los reinos no son unidades de poder. La coerción pública carece de un único vértice, se encuentra dispersa en multidud de centros. El feudal, ante todo, se representa así mismo, no ejerce su poder a las órdenes y bajo el control genérico del rey. En la práctica del señor feudal es rey de sus siervos.
La nobleza feudal se articula através de alianzas privadas, encadenando pactos de vasallaje por los que los señores menores quedan obligados con otros mayores y así sucesivamente hasta llegar, en algunos de los casos pero no siempre, al rey. El rey, se dice en la Europa alto-medieval, es Primus Interpares , siendo los nobles, naturalmente, los iguales.
Un ejército feudal retrata bien la realidad de la distribución del poder en el occidente medieval europeo. Este ejército estará formado fundamentalmente hasta bien entrado el siglo XV, por caballeros, que acudirán, al combate con sus propias armas, escuderas y caballeros.
La propia España medieval es un perfecto ejemplo de esta versatilidad de lealtades de la nobleza feudal, con sus famosas alianzas coyunturales entre cristianas y musulmanes.
Así pues, los mediculares se caracterizan fundamentalmente por su mercado policentrismo y por el caracter patrimonial del poder, que depende sobre todo de la propiedad de la tierra.
Los reinos del renacimiento y principalmente los mas pujantes, esto es, Francia, España e Inglaterra, van creando una nueva estructura institucional al servicio, fundamentalmente de la guerra.
El ejército es la primera necesidad de la monarca europea durante este periodo.
Un ejército nuevo muy amplio y mercenario de caracter cada vez mas importante.
La guerra devora casi totalidad de los ingresosdel rey.
La presión fiscal aumenta o disminuye en función de las campañas.
Al mismo tiempo la complejidad de los asuntos a tratar y resolver por el rey, en continuo aumento, da origen a la creación de órganos asesores y ejecutivos cada vez más especializados.
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